5 oct 2011

Material de apoyo para los Guías



Misiones Jesuíticas

Todo comenzó ha inicio de 1600.Los españoles y portugueses en su política colonialista, tras el Tratado de Tordesillas de 1494, marcaron los limites de manera confusa. Pero hacia el 1600 las bandeirantes portugueses perturbaban a los españoles invadiendo, llevando los limites hasta los que actualmente posee Brasil. La preocupación por los avances de los bandeirantes portugueses rumbo al sur y noreste, fue la razón por la cual los españoles buscaran a los Padres de la Compañía de Jesús , ya instalados en una misión en la ciudad de Asunción,en el Paraguay.De esta manera se protegía a las minas de plata del Potosí (hoy Bolivia) y cortarba el camino a los bandeirantes rumbo al sur, acercando cada vez los padres a los indígenas. La misión de los jesuitas era la de evangelizar y de esta manera preparar a los indígenas para ingresar ya civilizados al mundo español.Siendo así que los padres fueron autorizados a poblar lo que hoy es Matto Grosso, Paraná, Argentina y Río Grande do Sul. 
Entre la características de las Misiones destacamos la de predicar el evangelio y salvar a las almas para Cristo- conforme a los objetivos cristianos de las Compañías de Jesús-, se traslucía la ideología colonialista en llevar adelantes una de posesión de tierras y comercio de riquezas. Los jesuitas hicieron un enorme sacrificio en la tarea , donde muchas vidas se perdieron en el martirio de la causa; recordemos que a lo largo de los ríos Paraguay, Paraná, y Uruguay se fundaron un total de 48 Reducciones.Recibiendo el nombre de los "Pueblos","Doctrinas" o "Misiones". Pero tan solo 30 de ellas llegaran a florecer y desenvolverse como verdaderas ciudades, algunas con mas de 10000 habitantes.Todas con una organización urbana, social y administrativa similar a las ciudades españolas de la epoca.Administrandose de forma independiente,pero unidas por un mismo sistema político, cuya piedra básica eran los Padres jesuitas, logrando un notable desenvolvimiento económico basado en la extracción de yerba mate, cuero, algodon,azucar y artesanos en madera, que eran exportados, vía Buenos Aires, para Europa. Como no ambicionaban un cumulo de riquezas, no había dinero en la Reducciones.En un régimen de trabajo colectivo,donde la solidaridad asegura un buen pasar de vida, sin ningún problema de sobrevivencia.De esta forma, en las Reducciones no había pobres,ni vagabundos, ni ancianos o menores abandonados.Aunque había una especie de de tribunal constituido por jueces,los crímenes eran raro y, así mismo eran castigados con una condena temporaria . 
Apenas dos padres dirigían un Reduccion.Todo el resto del conjunto administrativo era ejecutado por los propios indios, cuyo jefe mayor era llamado el "Corregidor".Para la defensa de la Reducciones era confiada a una ejercito, que llego a ser de 20000 hombres armados,y con sus cañones, sumadas todas las reducciones. El indio no podía poseer propiedades particulares.Todo era de todos, inclusive la casa y el instrumental de trabajo.Casandose los hombres apartir de los quince años y las mujeres desde los doce años, recibían todo lo necesario para constituir una nueva familia cuyos hijos serian educados y mantenidos. En suma , el sistema socio-politico-economico implantado por los padres jesuitas en estos confines del mundo, con hombres salvajes de raza guaraní, despertó interés por parte de los grandes intelectuales de Europa, tales como Voltaire y Montesquieu, buscando develar la increíble trayectoria de los pueblos, sumidos definitivamente por sobre los intereses escondidos de la política portuguesa y española de la época.
Los siete pueblos Todos estaban situados en la margen izquierda del río Uruguay, en el territorio que hoy es Río Grande del Sur.Fue Padre Roque González de Santa Cruz fue quien inició la instalación, hacia 1626 de las primitivas Reducciones en esa zona. Tierras llenas de indios tapes de raza guaraní, mataron al padre y dos compañeros ya en 1628. Es necesario dividir la penetración jesuítica en dos ciclos: el primero del año 1626 al 1637. En este ciclo se fundó San Nicolás y 18 Reducciones en territorio de Río Grande. En el primer ciclo misionero fueron fundados estos pueblos en territorio de Río Grande: San Nicolás, en 1626, por el padre Roque González de Santa Cruz. San Francisco Javier, en 1626. Nuestra Señora Candelaria de Ibicuí, en 1627. Nuestra Señora Asunción de Ijuí, en 1628. Nuestra Señora Candelaria de Piratini, en 1628. Caaró, en 1628, donde murió el Padre Roque Gonzales. Apóstoles, 1631, próximo a la ciudad de Cruz Alta. San Carlos, en 1631, próximo a la ciudad de Passo Fundo. San Tomé, en 1632 San José, en 1632 Natividade, en 1632. San Cosmo y Damián, en 1632. Jesús María, en 1632. 
Santa Ana, en 1632. San Miguel, en 1632, por el Padre Cristobal de Mendoza, quien fue el introductor del ganado en Río Grande del Sur y que murió asesinado en San Joaquín. San Cristóbal, en 1634. San Joaquín, en 1634, próximo a ciudad de Arroyo del Tigre. Santa Teresa, en 1634, próximo a ciudad de Passo Fundo. Estas 18 reducciones debieron ser abandonadas debido a las investidas por parte de los bandeirantes, quienes aprisionaban a los indígenas y los llevaban como esclavos, los más conocidos eran Raposo Tavares, Fernao Dias Pais Leme y Jerónimo Coelho. Luego de destruidas las 18 reducciones hubo un período de 45 años de abandono. Fue en este período en el que se formaron las llamadas Vaquerías del Mar, el ganado abandonado a su propia suerte, se multiplicó extraordinariamente en la región. Fue este ganado el responsable de la penetración portuguesa, desde Laguna hasta la ciudad del Río Grande. El segundo ciclo misionero se inicia en 1682 con la fundaciÓn de la Reducción de San Francisco de Borja.Este ciclo se caracteriza por el esplendor de la civilización guarniticas , por este tiempo de sosiego para desembolverse.
Es preciso que se diga que los bandeirantes pararon de castigar los pueblos jesuitas.Ya que en 1641, los padres consiguen licencias para armar a los indigenas.Siendo la Batalla de M´borore un encuentro donde murieron 150 paulistas y 2000 indígenas. Ya en paz, los padres pudieron dar un entorno pedagógico a sus misiones y reducciones, cuyos restos son una notable cultura con una apreciable desenvolvimiento. Llamados los "Siete Pueblos" ellos son: San Borja (fundado en 1682),San Nicolás (fundado en 1687), San Luis Gonzaga fundada en 1687),San Miguel Arcangel( fundado en 1632), San Lorenzo Martir(fundado en 1690), San Juan Bautista (fundado en 1697),San Ángel Custodio ( fundado en 1706). 
Los Siete Pueblos Misioneros fueron dirigidos por los Jesuitas hasta 1767, cuando son expulsados de todos los dominios de América española.En sesenta años de ausencia de los jesuitas , la población de los Siete Pueblos paso de 39000 almas a apenas 344 ,siendo el fin de todo. Este resumen historico nos lleva a comprender la importancia de la Compañia de Jesus; y atraves de ellos de la Iglesia Catolica en la empresa colonizadora . Sin perder de vista el legado invalorable que nos han dejado en conjunto a los paises que integran el Mercosur.

Calera de las Huérfana

Reseña Histórica
Los jesuitas además de las Misiones, tenían Estancias para abastecer las residencias y los colegios de las ciudades, entre ellas la estancia del Arroyo de las Vacas o de Belén, fundada en 1742. La misma dependía del Hospicio y Residencia de Nuestra Señora de Belén de la Compañía de Jesus en Buenos Aires. Aunque no había Reducciones, los limites de las Misiones de indios guaraníes se internaban en nuestro territorio penetrando cerca de lo que hoy es Paysandu y cortando nuestra frontera del Nordeste a la altura de la nacientes del río o arroyo Yaguarani, en el Departamento de Rivera.
Dentro de esa zona existían parte de las estancias de los pueblos de Yapeyu y de San Borja, situados el primero en la margen occidental del Uruguay vale aclarar que esas estancias no eran jesuíticas, sino de los pueblos catequizados y dirigidos por ellos aun asi parte del interés que tenia la corona en el desarrollo e incremento de la Reducciones guaraníes. Las fuentes históricas califican a la estancia del Río de las Vacas como la "mayor avanzada civilizadora de su tiempo en nuestro medio rural". Hasta la segunda mitad del siglo XVII la Banda Oriental había quedado al margen de los intereses coloniales por su falta de metales preciosos. El cual era el principal interés de los conquistadores a lo largo del siglo XVI. La cuenca del Río de la Plata constituyó una gran zona marginal de la empresa de conquista realizada en las primeras tres décadas del siglo XVI. En tanto el litoral Atlántico, hacia el sur, había motivado el primer interés hispano cuando se estaba buscando el canal de comunicación interoceánico. Pero a partir de la introducción del ganado, estas tierras atraen la atención económica dando lugar a las "vaquerías", fuente limitada de corambre, grasa o cebo. En este contexto es que aparecen las primeras estancia de abastecimiento a las Misiones. En el Departamento de Colonia, Real Calera de las Vacas, más tarde Calera de las Huérfanas existía la Capilla de Nuestra Señora de Belén. 
Esta sí, era de origen jesuítico, aunque alguien haya querido negarlo. Una hermosa Capilla donde la escultura y la pintura de la época habían puesto en el rango de una preciada joya artística como no se encontraría otra en la región, se encontraría en lo que hoy es territorio de nuestro país, estando situada en la Estancia de las Vacas. A  mediados del siglo XVIII en el actual departamento de Colonia (en la ruta 21, Km.241), a unos diez kilómetros de Carmelo , existía una prospera calera y estancia jesuítica. Ubicada entre los arroyos de las Vacas y de San Juan, teniendo una extensión de más de mil kilómetros. En Buenos Aires había dos colegios de Padres de la Compañías de Jesús: el de San Ignacio y el de Nuestra Señora de Belén. A este se le había adjudicado por la autoridad española como garantía para su subsistencia y prosperidad, la mencionada Estancia de la Vacas. Y en ella se edifico la Capilla de Nuestra Señora de Belén, poniendo así bajo la advocación de la virgen del Colegio de gran belleza. Los jesuitas solicitaron esos terrenos para explotar la cal, debido a los cercanos yacimientos de caliza con que contaba la zona. 
En la mencionada estancia los jesuitas no perdieron de vista la importancia del ganado. De hecho fueron los primeros en introducir un híbrido de ganado sin cuernos. Como en otros poblados la Calera se estructuro en base a la capilla, que inicialmente fue construcción primitiva a partir de la cual se continuó construyendo. En la calera vivieron cerca de 300 personas en su periodo de apogeo. La población estaba constituida por un padre jesuita y la mayoría estaba compuesto por negros esclavos e indígenas. La expulsión de los jesuitas fue el comienzo del fin para la estancia de Belén, menos de veinte años después de su establecimiento. En el año 1767, expulsados los Jesuitas, la estancia pasa a depender de la Junta Municipal de Temporalidades de Buenos Aires, la que encarga su dirección a Don Juan de San Martín.  Éste contrajo enlace en 1770 con Doña Gregoria Matorras, española, y hasta 1774 residieron en la estancia donde nacieron los tres hermanos mayores de José de San Martín. En 1777 el establecimiento es puesto a cargo de las religiosas "de la Caridad", para mantener el "Colegio de las Niñas Huérfanas" de Buenos Aires. Este fue el motivo para que la estancia se le empezara a conocer como "CALERA DE LAS HUÉRFANAS". Desde 1815, primer período de gobierno patrio- y en aplicación del plan artiguista de fomento rural, estas tierras son repartidas entre más de cuarenta beneficiarios, cuyos derechos se anulan tras la derrota del prócer, ordenándose por parte de Manuel Dorrego- gobernador bonaerense- un nuevo fraccionamiento y venta.

Hacia mediados del siglo todo va a sufrir enormes daños a causa de guerras, factores climáticos, demoliciones y abandono, llegándose al estado de hoy, en el que sólo quedan gruesos muros de la capilla y vestigios de paredes, cimientos y hornos. En 1938 el Comité Patriótico Femenino de Carmelo, promueve el interés del Estado. Los vestigios arquitectónicos- arqueológicos, con una reserva de tres hectáreas, pasan al patrimonio público en carácter de Monumento Histórico. 
A partir de 1940 H. Aredondo realiza obras de consolidación en la capilla y las primeras intervenciones arqueológicas. En 1974 el Consejo Ejecutivo Honorario de las Obras de Preservación y Reconstrucción de la Antigua Colonia del Sacramento promueve el interés de la UNESCO para integrar la "CALERA DE LAS HUÉRFANAS" al circuito de sitios Misioneros de la Región. Fue declarada Monumento Histórico Nacional el 24 de agosto de 1976. En 1999 se emprende el proyecto de Puesta de Valor Cultural, iniciándose la investigación arqueológica en el sitio. Finalizando este resumen citamos un pequeño fragmento que describe el lugar con visión de época: "La Estancia de las Vacas" o "del Río de las Vacas" o "Estancia de Belén" o "Estancia de la Calera de las Vacas" de más de cuarenta y dos leguas cuadradas de superficie, estaba limitada por el A° San Juan, el A° De las Vacas, el Río de la Plata y el Cerro de las Armas(ver tema Ubicación). Tenía su núcleo central a orillas del arroyo Juan González. 
Este estaba integrado por:1 a. Una capilla de regular importancia. b. Un edificio adosado a la capilla y cuyas dependencias se desarrollaban alrededor de dos grandes patios. En el más importante había "Quatro quartos principales con su corredor, puertas con picaportes y llaves... Techados de tablazón y texa, y enladrillados; tiene cada uno siete varas de largo, y seis de ancho, los tres con su alcoba y todos con con rexas de hierro en las ventanas; al frente seis quartos nuevos de ladrillo y varro, techados de caña y texa, y enladrillados, embarrados por dentro sin blanqueo, con sus ventanas puertas y llaves; los cinco tienen cinco varas de largo, quatro y media de ancho, y el otro doce varas de largo con dos rexas, a un costado quatro quartos biejos que sirven uno de cocina y los otros tres de habitación para os esclavos solteros"2. A espalda de estos últimos locales se encontraba el otro patio, ya de menos categoría, pues por él se iba a "cinco quartos que sirven de jabonería, herrería, panadería, y un telar para hacer ponchos bastos para los esclavos"3. c. La Tahona o molino, de paredes de ladrillo y techo de paja, con dos corrales anexo, de palo a pique, en los que se encerraba el ganado necesario para efectuar la molienda. d. Un grupo de 22 ranchos con cubierta de paja para alojamieno de los esclavos negros casado y familias indias convertidas al cristianismo; este grupo de ranchos estaba alejado de la capilla y del edificio principal. e. Cuatro grandes hornos, de los cuales dos de ellos estaban destinados a quemar piedra caliza, y otros dos se reservan para la cochura de tejas y ladrillos. f. Una huerta de "doscientos quarenta varas en quadro, cercadas de palo a pique, y en ella un almacén con su puerta y candado"4.

1.- Extractado de: Geymonat, Jacqueline; Bracco, Roberto; Estancia Jesuìtica de Belèn. Proyecto de investigaciòn arqueolòcgica; Consejo ejecutivo honorario de las obras de preservaciòn y reconstrucciòn de la antigua colonia del sacramento; 1974.
2.- Extractado de: CIRCUITO DE LAS MISIONES, URUGUAY, CALERA DE LAS HUERFANAS Estudio de factibilidad para las obras de preservación, restitución y ambientación de las ruinas y vestigos de la casa principal de la Estancia Jesuítica denominada "De Belén" o "De las Vacas"; Colonia del Sacramento, 1974.
3.- Carlos Leonhardt S.J.; "Documentos inéditos relativos a los antiguos jesuítas en la actual República oriental del Uruguay, sacados de los archivos de Buenos Aires"; Revista del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay; Montevideo, Tomo Vaño 1927; pp 506-556; en: idem.
4.- Natalio Abel Vadell; "Historia de la Calera de las Huérfanas y permanencia en ella de los padres del General San Martín"; Revista de Estudios; Buenos Aires; octubre de 1948; en: idem.

Cronología
1741-1742.Estableciento de la Estancia de Belén o de las Vacas del Hospicio y Residencia de Ntra.Sra. De Belén de la Compañía de Jesús.
1743.Un documento del 1° del enero de este año señala la función de calera del establecimiento jesuítico, antes que ganadero. Se trata de un ajuste de cuentas entre el Colegio de Belén y la Estancia de la Calera. 
1746.Se llevan terneras desde Bs. As. a la Estancia de Escobar y a la de los jesuitas. El administrador en ese momento de la estancia jesuítica era el Padre Alonso Fernández. 
1746. Existía en el paraje de las Víboras un poblado indígenas al que Sr.Obispo (Obispado del río de la Plata en Bs.As.) Doctor Fray Jose de Peralta Barnuebo y Rocha manda adoctrinar y confesar en su propio idioma a los indígenas, y lo pone bajo la dirección espiritual de Fray Sebastián Matrecos, de la Orden de Predicadores, designando cura párroco el partido. Aquel poblado indígena ha debido desaparecer pronto, pues de él no vuelve a hacerse mención en los documentos de la época.
1747. Expediente donde se señala la existencia de "La Estancia de la capilla" (lo cual señala que ya existía una capilla).Los hornos de Conchillas (bancos de moluscos) estaban trabajando. Puesto de Conchillas de la estancia de las Vacas, en el Ao.San Francisco. Se menciona el nuevo puesto de los Remedios, sobre el Ao.De las Vacas, donde ya había antes una infraestructura de producciones mencionan los puestos de san Joaquín, San Ana, San Miguel, del Montes y de las Animas y Guardia de la Horqueta, para la estancia de las Vacas.
1752. Asume como administrador de la estancia el Padre Agustín Rodriguez. Se menciona que los padres de la calera proporciona ganado a la Colonia portuguesa y que A.Rodriguez era "gran camarada del gobernador portugués". 
1758. Fundacion del pueblo de Las Víboras. En abril de 1758 Fray Domingo Monzón levanto un censo de personas y estancias del partido de las víboras, había en la calera de los Padres Jesuitas 87 personas .
1759.El piloto agrimensor don Manuel de Zapiola hace la medición y deslinde de la estancia de la vacas, entrando en posesión real y definitiva los padres Jesuitas de aquella enorme extensión de tierra realenga.
1766.Se termina de construir la nueva capilla.
1767.Son expulsados lo jesuitas de América y por lo tanto de la estancia de las Vacas.
1880/1900.La Estancia entra al dominio de Arrue, casado con una descendiente de Laguna.
1916. El campo de la calera perteneció muchos años a la sucesión del general Julian Laguna. Este vendió algunas fracciones y entre ellas la mas importante, fue adquirida por los hermanos Bautista y Luis Sartoris, tiroleses quienes la destinaron a la agricultura. La parte en que está ubicada la capilla pertenece en 1916 a Antolin Alvarez. 
1920. H.Arredondo visita por primera vez la Capilla y comienza las gestiones ante la Dirección de Arquitectura de Obras Publicas para el "llavamiento" de la misma.
1924.Se habla de la capilla en completo estado de ruinas. El techo se ha caído y aparecen sus escombros en el piso. 
1930/50.Fiestas y campamentos. Excavaciones buscando túneles y tesoros.
1935 Gestión de la Cámara de Representantes para la declaración de Monumento Histórico. 
1938. Gestión de la Cámara de Senadores para la declaración de Monumento Histórico . 
1942.Por gestión directa H. Arredondo, la Comisión Nacional de Turismo compra la Capilla y la Calera junto con 30has.alrededor.La dueña en ese entonces, era la Sra. Angélica Álvarez de Patrón. También se comienza con la labor de limpieza de la maleza la cual llevo 2 años y no se encontró ninguno de los arboles exóticos plantados por los jesuitas. Se planta un parque de especies arbóreas y se alambra el predio.
1942/1952. Arredondo lleva a cabo varias excavaciones, basado en los estudios publicados por Leonhard, sin resultados. 
1949.Vadell menciona, "que hace algunos años aparecieron restos humanos en la Calera. 
1950. Cuando se colocan carpas dentro de la capilla ,en ocasión de la "fiesta de la Virgen, nuevamente aparecen restos humanos, los cuales son llevados al cementerio de Carmelo.
1951/1952.Consolidación de la Capilla a cargo del Arq.Cubache. 
1955.Poder Ejecutivo remite proyecto de Ley para la declaración de Monumento Histórico Nacional de la Calera de la Huérfanas entre otros, a la Asamblea General. 
1960. Colocación de dos placas a ambos lados de la puesta de la Capilla y acondicionamiento del predio.

Investigación Arqueológica
En 1974 el Consejo Honorario de Colonia de Sacramento promueve la integración de "Calera de las Huérfanas" al circuito de turismo cultural de sitios de las misiones Jesuíticas de la región ante la UNESCO. En 1999 se comienzan las investigaciones arqueológicas, enmarcadas en el proyecto de PUESTA EN VALOR DEL SITIO que involucra el acondicionamiento arquitectónico y paisajístico del predio y de las ruinas, financiado por el Ministerio de Turismo de Uruguay. 
El objetivo es crear un "Museo de Sitio" que integre el circuito de turismo cultural de las Misiones. Desde la arqueología se pretende recuperar, preservar, estudiar y poner en valor las estructuras arquitetónicas recuperadas mediante investigación, haciendo que el sitio sea entendible para el público en general. Mediante la recuperación, análisis e interpretación de los vestigios materiales que perduran, conjuntamente con el manejo de los datos provenientes de las fuentes históricas, la arqueología procura contribuir al conocimiento del proceso sociocultural de ocupación del sitio, desde la antigua estancia Jesuítica hasta mediados del siglo XIX. Para proveer una base de información de vida debemos realizar las siguientes aclaraciones debido a la basta bibliografía que sobre el tema encontramos. Ante la afirmación de que el pueblo de San Borja del Yí y el poblado que se formó en los alrededores de la capilla de Farruco, eran de procedencia jesuítica, cabe aclarar que no fue así; sino que ambos tuvieron otro carácter. 
En el caso de San Borja del Yí fue un pueblo de indios misioneros, pero no fundado por los padres de las Compañías de Jesús. Es fácilmente constatable que su fecha de fundación es posterior a la de la expulsión de los Jesuítas. De acuerdo a la bibliografía consultada el gobierno de la época dispone el transporte de la colonia de "Bella Unión" a los márgenes del Yí, paraje que corresponde hoy al departamento de Florida. De esta manera se buscaba proteger a esta agrupación de indígenas de las sublevaciones que comprometían su existencia. Con respecto a la capilla de Farruco, no corresponde ni siquiera a un pueblo de indígenas, es una de las tantas capillas que la fe y la devoción de los habitante del país erigieron en nuestra campaña a fines del siglo XVIII. Cabe aclarar que estos sitios si bien forman parte de nuestro patrimonio cultural, no se está realizando una puesta en valor de los mismos actualmente. No obstante si lo serán en futuros proyectos. 

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